Salimos de Yad Vashem y tomamos un shuttle gratuito que nos deja arriba, junto a la entrada del Monte Herlz. Rápidamente encontramos la parada del bus nº 6 con el que pensamos ir hasta Amunnition Hill. Allí le preguntamos a un soldado y este nos dice que vamos bien pero que le preguntemos al chofer por Givat Takmoshe para saber en que parada debemos bajarnos. Así lo hacemos y nos dice que no hay problema, que queda un buen rato pero que él nos avisará. A todo esto entablamos conversación con una pareja mayor de origen argentino cuyo hijo trabaja en Madrid. Son gente muy agradable y nos explican donde bajarnos y como llegar a nuestro destino. Gracias a ellos lo encontramos fácilmente. Se trata de un memorial en honor y recuerdo a los caidos durante la guerra de los Seis Días en la Batalla por Jerusalem. En este lugar, fronterizo con la zona ocupada por Jordania desde el 48, sobre la tierra de nadie, los combates fueron muy duros, luchándose cuerpo a cuerpo y siendo bastante elevado el número de bajas. Pero gracias a ellos, a los miembros del Batallón 66 de la Brigada Paracaidista comandados por el coronel Motta Gur y a los blindados de la Brigada Har´el conducidos por el coronel Uri Ben-Ari, se abrió el camino hacia la Ciudad Vieja y Jerusalem pudo ser liberada y reunificada. Después de siglos de exilio la bandera de Israel pudo lucir en el kotel.
Visitando el complejo recorremos toda una red de trincheras y bunkers y un museo muy interesante, posamos junto a un tanque de la época y vemos un documental sobre la batalla junto a un numeroso grupo de estudiantes, con los que después bromeo sobre mi gorra del Tzahal y mi bufanda del Betis.
Cuando terminamos la visita cogemos nuevamente el bus 6 hasta la Ciudad Vieja, a la que entramos por la puerta de Jaffa. Lo primero que hacemos es comer en Moses que, aunque no esta mal, es inferior a su vecino Samara. Después, y tras cambiar euros por última vez, nos metemos en un ciber para mandar unos emails. Nos cuesta la misma vida ¡el teclado está en hebreo y cirílico! aunque con mucha paciencia y algo de suerte conseguimos mandar lo que queríamos.
A continuación paseamos por los barrios judío y cristiano, visitando la calle del Cardo (zona bajo techo de tiendas sobre una calzada romana; todo bonito pero caro) junto a Jewish Quarter y el mercado de Muristan frente al Santo Sepulcro que, por cierto, está lleno de rusos ya que en estas fechas se celebra la Navidad Ortodoxa.
Desde allí, paseando tranquilamente, nos disponemos a abandonar la Ciudad Vieja ...
1 comentario:
Paco, es increible, las fotos que sacaste sobre la Colina de las Municiones son IGUALES a las que yo saqué en su momento cuando estuve allí. Te voy a enviar las fotos por email y verás lo que te digo.
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